Capítulo 2804 

“Mejor nos sentamos y hablamos de esto como debe ser. Es muy sencillo que logren que los deje en paz, pero para eso, esta mujer debe quedarse.” 

Ramiro pasó su mano casualmente por el rostro de Eloisa, mientras Luben fruncía el ceño, aún incrédulo. No se conocían de antes, y solo porque Eloisa habia investigado sobre él, decidir acabar con ella le parecia absurdo. 

“Si todo es negociable, Ramiro, ¿por qué no nos sentamos para discutirlo? Hoy solo queríamos disfrutar de tus instalaciones de entretenimiento,“ 

Sin embargo, Ramiro elevó la voz repentinamente, “No intentes engañarme. Puedes irte, pero la mujer que te acompaña debel quedarse. 

Sr. Pantoja, he estado en este negocio durante muchos años, realmente crees que puedes irte con ella sin más

qué tiene 

Te lo digo, esta mujer no tiene nada de especial, solo te traerá problemas. Aparte de tener un rostro bonito, realmente no veo qu de valiosa para que no quieras soltarla.” 

Los hombres a su alrededor no pudieron evitar centrar su atención en Eloisa, quien intentaba esconderse detrás de Luben, pero la poca luz del lugar revelaba claramente su belleza. 

“Jefe, ¿desde cuando eres tan exigente? 

No solo tiene un rostro bonito, sino que es mucho más hermosa, incluso más que las celebridades de hoy en día. No es de extrafiar que el Sr. Pantoja no quiera dejarla ir.” 

Otro de los secuaces, flaco como un mono, también sonrió, “Claro, si tuviera a una mujer asi a mi lado, también haría cualquier cosa por ella 

Eloísa se sonrojó de ira, nunca imaginó que seria evaluada como un objeto por estas personas. 

Pero sabia que tenia que pasar por esto, así que tomó una respiración profunda, intentando no enojarse con ellos. 

Los hombres seguian bromeando sobre ella como si ella no estuviera presente. Aunque Luben se mantenia callado, Eloísa podía sentir la tensión en él aumentando. 

¿Esa es tu manera de negociar, Ramiro?” 

Luben sonrió con desdén y luego fijó su mirada en los hombres que habian hablado fuera de lugar, señalándolos vagamente con la mano, “Si tus hombres no pueden mantener la boca limpia, entonces no veo razón para seguir sentados aquí.” 

Ramiro también estaba molesto, sintiéndose controlado por Luben en su propio territorio. 

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A pesar de su disgusto, sabia que no era apropiado que sus hombres hicieran esos comentarios, como si nunca hubieran visto a una mujer antes. 

“Sr. Pantoja, has sido criado entre algodones, no estás acostumbrado a nuestras maneras. 

Parece que olvidas que eres tú quien me está pidiendo hablar, no al revés. Mis hombres cometen errores, pero los corregiré yo, no necesito de tus comentarios. 

Aunque estoy interesado en el dinero que pueda obtener de ti. Debes saber que no soy una persona a quien le falte dinero. Lo que quiero es solo por mis hombres.” 

Ramiro valoraba mucho su orgullo. 

Todos en su circu 

circulo sabian que si desafiabas a una persona como él, era como una afrenta directa. 

“Si, olvidé que todos son de la misma calaña” 

Después de decir esto, Luben ignoró la expresión de Ramiro y sacó a Eloisa de detrás de él. 

Hoy dejo claro que me iré con esta mujer sana y salva. Veremos si tienen lo que hace falta para detenerme.” 

Eloisa lo miró un poco nerviosa, no hablan traido refuerzos, ¿cómo planeaba sacarla de allí? 

Intento persuadir a Luben de irse solo, pero él se volvió hacia ella con una sonrisa traviesa que nunca habia visto en su rostro. 

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