Capítulo 488
En el laboratorio, una probeta llena de agua dentro de un conjunto de equipos de precisión temblaba locamente, hasta que finalmente se rompió con un sonido seco, esparciendo la solución transparente por todos lados hasta que, varias horas después, se secó completamente, pero los equipos seguían temblando sin parar.
A principios de agosto, el nuevo proyecto experimental propuesto y estudiado por el equipo de Fred logró sus primeros resultados y fue nominado para la 13a edición del ‘Premio Nacional de Ciencias Naturales‘. Nerea, al enterarse, corrió emocionada a contárselo a Roman.
En la torre de oficinas del Grupo Dazz, en el último piso.
-Directora, el plan de marketing que su compañía presentó el trimestre pasado tuvo muy buenos resultados. Espero que puedan mantener ese alto estándar, así nuestra colaboración será mucho más fluida en la segunda mitad del año.
Laureano cerró el plan de marketing y Rosalía respondió con una sonrisa, -Es un honor para nosotros colaborar con el Grupo Dazz y la familia Sanz. Pondremos todo nuestro empeño para que no haya fisuras.
-¡Eso espero, que nuestra colaboración sea un éxito!
-¡Por supuesto!
-¿Te llevo? Mi carro está justo abajo.
-…Está bien.
Rosalía lo siguió hasta la puerta, pero de repente se detuvo.
-Señor Sanz, acabo de recordar que tengo algunos detalles del plan que necesito reportarle al Sr. Roman. ¿Por qué no bajás vos primero?
Laureano Sanz, viendo cómo ella miraba a Roman con ojos de enamorada, arqueó ligeramente las cejas.
Ya le había insinuado varias veces que Roman estaba enamorado y casado, y que no estaría interesado en ella, pero aún así, ella seguía intentándolo. Parece que no se daría por vencida hasta chocar contra la pared, así que él decidió dejar que lo intentara.
-Está bien.
Laureano salió de la oficina y, consideradamente, cerró la puerta detrás de él, pegando también su oído a la puerta.
Rosalía miró hacia el hombre detrás del escritorio, concentrado en revisar los informes. Sus rasgos distintivos bañados en la luz del amanecer irradiaban un magnetismo fatal que la dejaba sin defensas.
Con los nervios a flor de piel, apretó los puños y se acercó.
-Señora, usted vino ¿Quiere que avise al presidente…
-No hace falta, voy a darle una sorpresa.
Nerea subió corriendo las escaleras, pensando en cómo presumir de su logro, cuando vio a… Laureano agachado en la puerta de la oficina.
Actuando sigilosamente, ¿qué estaría escuchando?
Se acercó con cuidado, también movida por la curiosidad.
Laureano estaba esperando escuchar el sonido de un corazón rompiéndose, cuando de repente se encontró con un rostro encantador y radiante, quedando completamente atónito.
¿De dónde salió esta belleza? ¡Espera!
Nerea apenas había apoyado su oído en la puerta cuando escuchó una voz femenina desconocida, -Sr. Roman, me gustas.
¿Qué?
Sus ojos ámbar se abrieron de par en par, y Laureano casi grita de la sorpresa.
-Shhh…
Nerea rápidamente le cubrió la boca con fuerza, amenazándolo con la mirada para que guardara silencio o sería su fin.
¡Había dejado a Roman solo unos días y ya había una seductora tratando de robarle el amor!
Laureano:
Si no quiere que haga ruido, pues no lo hará, ni que fuera una centinela para tener que avisarle a Roman, simplemente dejaría que ella misma descubriera lo que pasaba.
-Sé que ya estás casado.
-La boda entre Nerea y Roman conmocionó al mundo, fue un evento de lujo sin precedentes que despertó la envidia de muchos, incluyéndome.
-La señorita Nerea realmente lo merece, proviene de una familia distinguida, es inteligente y talentosa, hermosa y cautivadora. Antes era una actriz famosa en el mundo del espectáculo y ahora es una estrella emergente en el campo de la ciencia, realmente a la altura de usted.
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