No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela
Capítulo 700

Capítulo 700 

Tula entró con un vaso de agua y dijo: “Srta. Fernanda, se desmayó en la bodega, el jefe la trajo aquí para que descansara“. 

Fernanda bebió el agua de un trago y finalmente sintió que podía hablar con normalidad. 

Levantó la vista y vio a Oriol parado frente a ella, vestido solo con una bata suelta, su cabello estaba algo desordenado y debajo de sus ojos se notaba la misma oscuridad que la de Lorena, su expresión’era de cansancio. 

“Femanda, realmente te pasaste“. Oriol dijo friamente: “Te pedí que limpiaras y te desmayas en la bodega, haciendo tanto alboroto a mitad de la noche, es que acaso no dejas dormir a la gente?” 

Ante tales palabras, Fernanda inmediatamente respondió: “Yo, yo solo queria limpiar bien, pero fue ese cara de hielo que tienes a tu lado, jél me asusto! Estaba tranquila, sin molestar a nadie, ¿por qué lo dejas que me intimide?” 

La expresión de Oriol se oscureció aún más: “Yo lo dejé que te intimidara?” 

“Si no es por ti, ¿por qué iba a querer matarme?” 

Mientras hablaba, Fernanda se subió las mangas para mostrar su brazo. Debajo de la camisa blanca, habia varias marcas moradas en su brazo. Fernanda dijo: “Aunque no me haya matado de miedo, podría haberme asfixiado!” 

Al ver las marcas moradas en el brazo de Fernanda, Oriol frunció ligeramente el ceño. 

“Srta. Fernanda, ha habido un malentendido, el jefe no queria matarla, todo fue iniciativa de Sr. Pascual. El jefe ya lo reprendió y hasta nos ordenó preparar muchos alimentos para que recuperara fuerzas…” 

“¿Quién te pidió hablar? ¡Fuera de aqui!” 

Oriol, con un rostro sombrio, hizo que Tula, asustada, se retirara. 

Al escuchar esto, Fernanda notó los bocadillos y aperitivos puestos en la mesa a un lado. 

“¿Todo esto lo preparaste tu?” 

“Era para mi perro, no pensé en dártelo a ti“. 

Sr. Lobo, tengo mucha hambre, ¿podemos dejar las bromas?” 

Ella no habia comido nada en todo el día, y no sabia si era por la rehidratación, pero había despertado con mucha hambre. 

Oriol no respondió, simplemente tomó una silla y se sentó frente a Fernanda, diciendo: “Puedes comer, pero primero responde a mi pregunta“. 

“Sr. Lobo, pregunte“. 

“Pascual dijo que le pediste que te trajera detergente, lo estás acusando falsamente“.. 

“Yo acusandolo falsamente? Yo…” 

Fernanda, agitada, intentó levantarse de la cama, y al ver esto, Oriol instintivamente quiso acercarse, pero al darse cuenta de que Fernanda no podia levantarse, se recostó de nuevo en el respaldo de la silla. 

Fernanda se masajeò la frente con mucho mareo y solo pudo apoyarse en la cama y decir: “¿No sabe usted si lo acuso falsamente o no? ¿Por qué sin razón alguna iba a acusarlo? ¿Acaso no tengo nada mejor que hacer?” 

“No sé qué estás pensando, por eso te lo pregunto“. 

“Sr. Lobo, no soy tan ociosa como piensas“. 

Fernanda miró los bocadillos en la mesa y pregunto: “Ya respondi a tus preguntas, ¿puedo comer ahora?” 

Oriol no dijo nada, se entendió como un si./ 

Fernanda inmediatamente tomó un pedazo de dulce de nuez y lo puso en su boca, el sabor dulce pero no empalagoso despertó sus papilas gustativas. 

Viendo a Fernanda comer despreocupadamente los bocadillos de la mesa, Oriol de repente dijo: “¿No temes que haya envenenado esto?” 

Esa frase hizo que Fernanda detuviera sus movimientos, pero luego, bajo la mirada de Oriol, se metió el resto del dulce de nuez 

en la boca. 

“Si quisieras mi vida, ¿cuándo no podrias tomarla? ¿Por qué me salvarias para luego envenenarme?” 

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